Te acabo de dejar caer entre la mugre de la calle y espero que la gente no tenga piedad cuando te pise. Que tu grito se ahogue entre las alcantarillas y se mezcle con el ruido que hacen los aviones. Y cuando te sientas demasiado frágil quiero que tus pensamientos no te dejen escapar. Que la ansiedad queme tu boca, cómo un ácido hermoso...