No podés evitar hacer temblar mi sombra cuando te veo, estás equivocado si pensás que el silencio va a apagar esta esperanza.
Y parece como si te dieras cuenta de todo y me mirás con ese brillo en los ojos que me hace dejar atrás todo y me eleva.
Yo sé lo que las cartas me dijeron, sé que tengo que esperar, ese deja vû está guardado en el tiempo que va a venir.
Todas las conversaciones que imagino en mi mente, todas las palabras que diseño en soledad nunca son suficientes.
Sé que hay muchas cosas en las que ya no creés, pero créeme, cada vez que te imagino mirándome, tocándome, lo siento tan real que me cuesta volver los pies al suelo.
Mi capacidad de abstracción me hace perderme, pierdo la noción del tiempo, pierdo mis notas, pierdo el tren.

Y yo sé que estás tan solo como yo me siento y que cuando llegas a tu casa no hay caricias en la almohada que te acunen, no hay abrazos en la madrugada, no hay esperas.
Jugás con mis noches (todas las noches) dejás un beso que no existe en mi almohada y me duermo nombrándote.
Mi inspiración está atada a tu sonrisa.