Conciencia
21:20
Te amé cuando no podía,
cuando estaba prohibido amarte y soñar, te deseé viéndote llegar , en tus
palabras, en tus gestos.
Sabía que eras
frágil y grandioso. Quería sentir como
era, estar cerca.
Listas de excusas,
todos los días para verte.
Ahora estás en cada
rincón, mi corazón te nombra cada noche, en este lugar de la cama todavía hay
historias que siguen hablándome.
En realidad nunca te
vas cuando te vas.
Me doy vuelta y
converso con todo tu universo que quedó acá, en las paredes.
Y cuando te
encuentro, es un deja vu de lo que imaginaba.
Creo que ya casi
terminé de curar lo que sea que haya incendiado tus naves.
Aquello quedó
flotando lejos y lo que haya sido ya no te ensombrece más.
Ahora vas brillando
cada vez más, seguro y dulce.
Sos mi propio escudo
y la puerta que se abre para verme nacer de nuevo.
Valiente al quererme
a través de todo.
Ahora por fin lo estoy
entendiendo.
Esto.
Aprender a soltar,
pararse y seguir caminado.
No tener tanto miedo
de lo que ya no soy. Empezar a quererme sin odiarme, sin ser tan dura conmigo.
Darme cuenta que
este tiempo es mi tiempo y que llegó para disfrutarlo.
Te amo, pero eso no
alcanza …
No existen las
palabras precisas, escribo, escribo, y sigue siendo poco…
Me estaré
equivocando? Sentís igual? Tan fuerte, con tanta paz?
No hay dolor que no
me saques, no hay espacios que no te pertenezcan, no hay silencios en dónde no
esté tu alegría. Y cuando me mirás a
los ojos y me decís que me amás, siento que ya no necesito nada. No hay nada
que me pueda lastimar, ni sacarte dentro de mí, ni de romper esta conexión invisible.
0 comentarios