Yo también tengo miedo. Cómo no. Ni puedo hablar y mi mente está cansada de ir de un lado a otro. No sé pelear por lo que no existe. Nunca tuve agallas de ser totalmente yo. Y ahora...tanta libertad en tus ojos que no puedo, no me animo. Y si escucho todas la voces en mi cabeza no hay nada más claro, tantos...
Él tiene rastros de certezas, acumuladas en sus caminos. Tiene rincones escondidos, cubiertos con olvido. Tiene cajones de recuerdos, desordenados entre la casa, entre los muebles y sus discos. Tiene emociones bajo siete llaves, unas más frágiles que otras, encadenadas a su armadura, que es tan fuerte a veces. Pero él me mira y ya no tengo miedo, una sonrisa y todo es...
Si dejara de tener miedo... miedo de no pertenecer a ningún lugar, miedo de no ser de nadie, miedo del silencio y la noche vacía. Si dejara de tener miedo... miedo de sentir culpa, miedo a sentir mucho, miedo a sentir poco, a las ausencias, a las distancias. Si dejara de tener miedo... miedo a lo que no se dice, miedo al dolor...