Entropía
13:25
La habitación a oscuras.
Camina despacio,
como atravesando un laberinto.
El calor debajo de las sábanas,
presintiendo su mano acercarse.
El comienza a mirarme así,
como antes, como ahora.
Las pupilas apuntando directo al corazón,
los labios abriéndose y abrazándome.
Ni un sonido que atraviese mis oídos.
Dos palabras y cerrar los ojos.
Todo se detiene.
0 comentarios