Que tal vez muchas veces me quedo sin palabras.
Todas las frases inteligentes que se me ocurren por las noches, se pierden cuando abro la persiana.
Que tal vez pienses que no, que sigo en mi rutina, pero no.
Como una araña suave y hermosa, voy tanteando tu humor y de ahí me voy haciendo una idea
 de cómo llegar a vos.
Que tal vez sería bueno, que dejes de pensar que no podés, que no debés.
Sé que es tan difícil para vos dejar de hacer lo correcto.
Pero es tan simple todo…
Juntarse y dejarse saborear.
Todo lo demás, es parte de tu mente, todo lo demás se puede arreglar.
Y siempre estás tan hermoso, con tu locura, tu pulóver, tu sonrisa, tu tristeza invisible.
Esa forma de mirarme que me ciega la razón, me entorpece el pensamiento.
Y yo hago lo que puedo, pero mi cabeza no me responde en ciertos momentos.
Quisiera salir de mi, mostrarme al revés para que te dés cuenta.
Y soy tan cobarde cuando estás cerca.
Que todo lo que ensayé se rie de mí, que ni siquiera puedo mirarte a los ojos.
Y juro que no me reconozco, cuando estoy así.
En soledad es más fácil, en el pasillo de mi mente todo el fuego se deja llevar.
Y siempre sé todo lo que te gusta, todo lo que querés oír.
Tu ego es predecible y terrible.
Y me gusta.