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Si pudiéramos hablar ¿realmente querrías escuchar?
Me quedé con todas las fuerzas que tenía guardadas
en el cuarto más feo de este lugar y por más que te pensé y te pensé,
nunca logré que me pensaras.
Y por más que hago pasar el tiempo entre otros planes yo te veo y todavía lo sé.
Nada me hace despertarme.
Alguna vez creí que cruzaba el puente y me quedé un rato reflejada en el agua viéndonos bailar.
Y me quedé bailando sola.
Las calles no son tan libres cuando esperás.
Y vas a disculparme, pero es que no puedo.
No puedo dejar de escribir conversaciones en mi cabeza:
lo que vas a decir, como vas a mirarme, como vas a sonreír.
Y es todo tan claro en mi mente, que podría elegir hasta que vestido usar.
Yo podría haber peleado contra todos,
yo podría haber crucificado todos tus fantasmas,
yo podría haber sido la otra copa en tu foto.
Pero el tiempo pavimentó todas las ilusiones.
Ahora sé que nunca vas a amarme.
Es hora de dejar de mirar a los costados por las dudas que estés pasando.
Es hora de dejar de pensar que no te dediqué las suficientes poesías.
Esto que siento nunca lo podrías entender.
Tengo que seguir porque nunca voy a alcanzarte.
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